El tener bienes o no en la Ralea de Segunda Oportunidad no es determinante para la exoneración final de las deudas. Al no tener fortuna, el Audiencia simplemente exonera de pagos al deudor.
Las deudas prescriben en un plazo entre 5 y 20 abriles, dependiendo del tipo de deuda y siempre y cuando la entidad/organismo a la que se le deba fortuna NO manifieste su intención de cobrarla.
Ser deudor de buena Certeza. Esto implica que siempre hayas intentado cumplir con tus obligaciones y no hayas actuado de manera fraudulenta o deshonesta.
En situaciones de crisis empresarial, sobreendeudamiento o por suceder afianzado deudas de terceros, las personas pueden hallarse condenadas al suscripción de unas deudas que no podrán cubrir en el resto de sus vidas. Para evitar estas situaciones, se dictó la índole 25/2015.
La finalidad es intentar alcanzar un acuerdo de pagos con los acreedores a aquellos deudores que han actuado de buena Convicción en el plazo de sus deudas, pero que, por distintos motivos, no pueden hacer frente a las mismas.
Desde distrito
Si se demuestra mala fe por parte del deudor o si su situación financiera cambia significativamente (por una herencia o por una suma considerable de hacienda), el procedimiento podría ser revocado.
El deudor se encuentre negociando con sus acreedores un acuerdo de refinanciación o cuya solicitud de concurso hubiera sido admitida a trámite.
Que las deudas no superen los 5 millones de euros, poliedro que es el frontera máximo para acogerse a la Ralea de Segunda Oportunidad en España.
Una de las claves para triunfar en un proceso de este tipo es ponerse en manos de un despacho de abogados profesional y especializado.
Han tenido reuniones este verano con UTECA y AEDE para conversar de los 100 millones en subvenciones que se repartirán a los medios, el Abogado Segunda Oportunidad Barcelona nuevo canal de TDT y la publicidad institucional
La deuda con una entidad privada es un crédito ordinario que se incluyen en la masa de deuda que puede ser susceptible de exoneración, no hay frontera en cuantía para este tipo de deudas.
Los costes del procedimiento igualmente son un autor primordial. Presentarse a la ralea de segunda oportunidad solo sale rentable si los deudores presentan una cantidad elevada de deuda porque no merece la pena satisfacer los costes del servicio por cantidades menores (según los datos del sector, los precios suelen rondar entre los 3.000 y 5.000 euros en función del caso).
Dadas las circunstancias de esta ralea, su complejidad y coste del procedimiento, recomendamos hacer uso de este proceso sólo cuando las deudas sean superiores a 30.000,00 €. Por nuestra experiencia, cuando la deuda es inferior a esta cantidad el procedimiento no es rentable para el cliente.